Errores comunes en la redacción

Los errores en la redacción se cometen, básicamente, por desconocimiento de la lengua o por descuido en la escritura y/o la revisión del texto. Ello da pie a errores tipográficos, ortográficos, de puntuación, de concordancia, de sintaxis y de sentido (semánticos).

Los errores tipográficos, comúnmente conocidos como “dedazos”, ocurren cuando se captura un texto y se oprime erróneamente otra tecla (tr3s, opxión, fádil, persoans) o se omite una letra (instiución, importane, muchs). Estos errores deberían subsanarse en las revisiones o al releer el texto antes de compartirlo.

Los errores ortográficos —en muchos casos, “horrores” ortográficos— son más comunes de lo que nos gustaría a los amantes de la buena escritura. Desconozco si la epigenética tiene que ver con la buena ortografía —aunque de niña siempre pensé que gran parte de la buena ortografía era hereditaria, genética o congénita—. A muchas personas les cuesta trabajo saber cuándo usar b o v; c, s o z; entender por qué recojo o elijo se escriben con jota y recoger o elegir, con ge; recordar cuándo y dónde acentuar o diferenciar que a no es lo mismo que ha y ah —y aunque la hache es muda, dice mucho—.

Los errores de puntuación ocurren por no aplicar las reglas respectivas. El más común es separar con una coma el sujeto de su verbo conjugado: El más común, es separar… Le sigue, poner punto y seguido o punto final luego de una interrogación o exclamación de cierre. ¿No es horrible?. ¡Claro que sí!.

Tanto las reglas ortográficas como las de puntuación (https://www.rae.es/dpd/) están escritas y se pueden consultar, aprender y aplicar. Ante la duda, lo mejor es consultar un diccionario. ¡Es muy fácil! ¿Cierto?

La falta de concordancia es frecuente. Se genera porque el sustantivo no concuerda en género y número con su adjetivo, o el sustantivo no concuerda en número y persona con su verbo conjugado: el color de las flores son azules; las hojas son de color verdes; “al profesor no le gustó ni su objetivo ni su hipótesis”; las hojas también son usados.

Los errores de sintaxis tienen que ver con el mal acomodo de las palabras en un enunciado, lo que puede generar varios problemas en el escrito: falta de claridad, confusión, humor involuntario. Por ejemplo: “El paciente sintió un dolor en el dedo que gradualmente desapareció” (Mari Mutt, 1998). ¿Por qué escribiría alguien que el dedo desapareció, cuando lo que quiso decir fue: “El paciente sintió en el dedo un dolor que gradualmente desapareció”? La regla básica es que las palabras que tienen relación estén juntas —o lo más juntas posible— en el enunciado.

Los errores de semántica o de sentido se refieren, básicamente, a:

·       escribir gimnasia por magnesia (impropiedad, es decir, usar incorrectamente una palabra cuyo significado se desconoce o no se entiende bien): los exploradores encontraron un ser antidiluviano (en lugar de antediluviano); el país está en crisis, la pobreza está latente (en vez de presente); el compositor es muy prolijo (en lugar de prolífico);

·       utilizar palabras “comodín” (vaguedades o imprecisiones léxicas): Todas las cosas entrarán en el examen;

·       escribir de tal modo que se entienda algo muy distinto (ambigüedad): La perra de mi novia no quiso comer anoche (en lugar de La perra que pertenece a mi novia…); el hombre primitivo descendía del mono (y uno se imagina a un troglodita descolgándose con una soga por la “ladera” de un mono tamaño King Kong)...

Termino esta entrada de mi blog con una frase que siempre les repito a mis alumnos: “Se vale no saber. Lo que no se vale es no investigar”.

Hay muchos recursos serios en línea para sacarnos de dudas lingüísticas, como los diccionarios de la Real Academia Española (RAE): (www.rae.es, https://www.rae.es/dpd/, https://iedra.es/), las consultas directas a la RAE en el apartado de Español al día (https://www.rae.es/espanol-al-dia) y en la cuenta @RAEinforma en Twitter (se pueden enviar consultas, incluyendo en ellas la etiqueta #dudaRAE), o a la Academia Mexicana de la Lengua (https://academia.org.mx/consultas/consultas-aml), sitios de resolución de dudas atendidos por expertos (www.fundeu.es/, www.elcastellano.org/consultas.php), blogs de expertos (http://redaccionsindolor.blogspot.mx/), libros en línea (https://archive.org/details/diccionariodedud0000seco) como el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, entre otros.

Fuente:

Mari Mutt, José A. 1998. Manual de Redacción Científica. https://archive.org/details/manual_201804 (20-MAY-2024)

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